lunes, 11 de abril de 2011

La Gran Lena y el Afortunado "Day Nigh Happy"



Noches frías y desveladas
Contemplando el mundo,
desde su torre
allí desde su casa.

Ella no era tonta no,
sabia de lo que me hablaba
y me contó  de sus amores
sus Dolores 
y del Marido 
que ya no le hacia nada.

Buscando un remedio a sus cuitas
en foros participaba
y  apareciole un joven muy valiente
que a damas
liberaba o pescaba..

Ofreciole su mesenller  diligente,
Y la Dama quedó estupefacta:

“ ¡¡¡Que hermoso, que turgente
Que grande..valor..  que larga espada!!
Cosa grandiosa
ponía loca a la dolorida Dama

Mujer de mucha razón..
gran pecho, Y amplias enaguas..
Al joven valiente  "El Afortunado le llaman"..
y del Medio Atlas tiene
deliciosa miel en sus labios
para jóvenes, viudas y casadas..

Viendo la situación
de Dama tan apenada
tan necesitada de consuelo..
de caricias y palabras,
Ofreció le su mano amiga,
su corazón ardiente

y su inhiesta espada.

Día y Noche Feliz
con la Gran Lena,
que así a ella le llaman,
pasaba El Afortunado
los días, los años y las semanas
Unas veces regalale buenas flores


con dulces palabras

Otras veces en cambio
cruza su corazón con la espada
la insulta, la hiere
y maltrata.

Y así pasan los años,
los días y las semanas,
La Gran Lena con las flores,
trenza guirnalda laaaaaaaaaaaaaarga

y sujeta en los cuernos de la luna
La Gran Lena
se columpia esperando el  alba
que por cierto nunca llega...

*******************************************
Y este es el florido final
del tuneado
de una Chatarra Emocional
en un romance inspirado,

de los muchos que me han contado
parte real, parte fantasía,
que en el terreno de la mente
todo tiene la misma valía. 


Y sin mas Ripios
ni mas matices
les deseo de corazón ....¡Que sean felices!






EL DESEO


Ultimamente aparece con bastante asiduidad en las conversaciones entre amigos y conocidos el tema del deseo. Me llama la atención como se suele confundir este con el motor de la vida.

Desde mi humilde visión personal considero que el deseo es alejarse de la satisfacción que se instala en nosotros cuando todo es perfecto tal y como es, cuando aceptas todo lo que la vida te ofrece desde el agradecimiento y la comprensión.

Sentirse plenamente dichosos simplemente por la maravilla de estar vivos no forma parte de los planes del ego y es una batalla digna de guerreros espirituales el descubrir el verdadero estado de nuestra naturaleza esencial y no dual.

- ¿ y si no hay deseo, cual es el motor de tu vida?

-¿ y entonces, que queda si no deseas nada?

- y para que trabajar, para que estudiar, para que vivir...

Conseguir siempre lo que uno desea es mas bien una utopía. Esto hace que muchas personas se sientan infelices la mayor parte del tiempo y que dediquen todas sus energías en la consecución de un ideal con la ilusión de que la felicidad llegará a sus vidas cuando lo obtengan. Ignoran el perfume que brota desde el eterno ahora y consumen sus vidas inmersos en ambiciones y apetitos.


Me recuerda al vagabundo que pasó su vida buscando y mendigando sentado en un baúl lleno de tesoros y al cual nunca tuvo "el tiempo" ni la idea de mirar en su interior.


Anhelar algo es afirmar que carecemos de ello y sólo las riquezas del Alma pueden apagar el fuego de las garras del deseo.


Los problemas cotidianos son una oportunidad para aprender que tras las dificultades de la vida se esconde un tremendo potencial para la realización del Ser, pues no son los hechos que nos conducen a la infelicidad, sino nuestra incapacidad de comprensión y aceptación de estos.


Conceder el hecho de ser felices exclusivamente a la obtención de los deseos limita nuestro potencial a una vaga y mísera existencia del ser humano, pues nada permanece inmutable, y una vez adquirido veremos como se esfuma la dicha sin apenas haber tenido la oportunidad de saborearla, conduciéndonos de nuevo a la ansiedad por volver a percibir su fragancia y dejándonos sedientos de algo más.


Todas las experiencias sensoriales son volátiles y efímeras, apegarnos a ellas nos conduce al sufrimiento. La obsesión por el romance, los títulos, el dinero, el sexo, el poder o el placer, oscurece nuestra naturaleza espiritual, pura y libre.


Percibir y admirar la belleza sin pretender poseerla es el antídoto para las turbulencias del deseo y redescubrir nuestra sabiduría interior el camino que nos conducirá a una profunda comprensión de que lo único que existe es este preciso instante, el momento presente, y que todo lo demás es una ilusión creada por las turbulencias de una mente inflamada y llena de anhelos.


Carecer de deseos no significa en absoluto carecer de personalidad ni de pasión por la vida, sino más bien todo lo contrario, es transformar una vida monótona en una aventura gozosa y llena de significado. Sólo en la aceptación de lo que ES, nuestra personalidad se expande e irradia un gran magnetismo por sentirse perfecta, es convertir la aburrida y mundana cotidianidad en un espontáneo e intenso paseo por la siempre renovada Divinidad.

Ya lo dijo Buda:

¡Qué maravilloso!
¡Qué maravilloso!
¡Todas las cosas son perfectas tal y como son!

    2 comentarios:

    1. Para mucho no desentonar,
      mis felicitaciones quiero dar,
      y os animo con ahínco,
      a que publiquéis un libro.
      Yo seria la primera en comprarlo,
      y porque no,
      también en escenificarlo.

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    2. Imagino que el Afortunado ese
      a buen recaudo lo habrán puesto los Jueces.
      Pues en el Ripio queda claro
      que es un acosador nato.

      De la Gran Lena los Dolores
      podría escribirse los mejores Ripios
      pero que permita esa humillación
      es lo que no tiene perdón.

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    Para que no quede muy eso
    por favor pon tu comentario en verso